Marimo - Guía completa de cuidados

Bienvenido a nuestra guía completa sobre la planta Marimo. Aquí descubrirás qué es un Marimo, por qué es tan especial y todos los cuidados básicos que necesitas para que esta increíble planta prospere en tu hogar.
Marimo: el tesoro Natural de Japón
En Slow Botanics, creemos en la belleza de las cosas simples y naturales. Los Marimo representan exactamente eso: una maravillosa conexión con la naturaleza en tu hogar.
Estas plantas acuáticas, originarias de Japón, son mucho más que simples plantas decorativas. Son símbolos de calma, belleza minimalista y sostenibilidad.
Adoptar un Marimo es, en esencia, traer un pedacito de serenidad a tu espacio. Su forma esférica y su color verde profundo invitan a la contemplación y al relax.
A diferencia de otras plantas de interior que requieren cuidados complejos o abonados constantes, los Marimo prosperan con cuidados mínimos, lo que los convierte en el complemento perfecto para cualquier hogar o lugar de trabajo.
Además, su crecimiento pausado te recordará la importancia de vivir el presente con tranquilidad.
¿Qué son los Marimo y por qué son únicos?

El Marimo, conocido también como bola de musgo, es una especie única de alga verde Aegagropila Linnaei Kutzing.
Originarios de algunos lagos de agua fría de Japón y norte de Europa, los Marimo crecen lentamente con forma de esferas verdes y aterciopeladas.
Este curioso organismo no es en realidad una “planta” tradicional, sino una agrupación de filamentos de alga que se unen formando una estructura esférica.
Con el paso de los años, cada Marimo puede alcanzar un tamaño sorprendente, creciendo apenas unos milímetros cada año. Esa lentitud de expansión simboliza la paciencia y la perseverancia en la naturaleza.
En su hábitat original, la corriente y el movimiento suave del agua dan al Marimo su característico movimiento giratorio.
No requieren fertilizantes ni cuidados complejos. Son ideales tanto para principiantes como para expertos amantes de la naturaleza.
Solo necesitan un entorno estable y limpio para desarrollarse, y su mantenimiento básico consiste en cambios regulares de agua y una ligera rotación manual para preservar su forma esférica perfecta.
Origen y significado cultural

En la cultura japonesa, los Marimo simbolizan el amor eterno y la buena suerte. La mitología japonesa relata la historia de una pareja de enamorados que se refugió en las orillas del lago Akan, el lugar de origen de los Marimo, para escapar de sus familias que intentaban separarlos.
Según la tribu Ainu, después de su muerte, sus corazones se transformaron en Marimo, asegurando que su amor perdurase para siempre. Desde entonces, los lugareños consideran al Marimo un guardián del amor verdadero y la eternidad.
Cada año, en el lago Akan, se celebra un festival dedicado a estas algas sumamente queridas, donde voluntarios limpian el fondo del lago para proteger los Marimo y fomentar su conservación.
A día de hoy, los festivales dedicados al Marimo celebran su valor cultural y fomentan la preservación ambiental.
Un Marimo no solo decora: cuenta una historia viva y simbólica. Muchos japoneses lo consideran un amuleto de buena fortuna y los regalan como gesto de esperanza y longevidad para las nuevas parejas o como símbolo de armonía en el hogar.
¿Por qué elegir los Marimo de Slow Botanics?
En Slow Botanics tratamos cada Marimo como una pequeña joya natural aplicando un proceso de preparación artesanal y aclimatación previa para garantizar su salud, forma y vitalidad.
Es común que los Marimo lleguen en mal estado cuando no se les da el cuidado adecuado: deshidratados, con partes marrones o deformes.
Por eso, en nuestro taller, cada uno pasa por una fase de observación, limpieza y rehidratación, y ajustes de luz, temperatura y rotación manual para devolverle su forma esférica y su color vibrante.
El resultado es un Marimo sano y cuidado, listo para convertirse en un compañero natural duradero. Porque no vendemos solo plantas: ofrecemos calma, detalle y respeto por la naturaleza en cada frasco.
Si quieres adoptar un Marimo de Slow Botanics descubre nuestro Marimo Original
Características físicas
Los Marimo tienen una textura suave y un color verde vibrante. Su crecimiento es lento, apenas unos milímetros por año, lo que los convierte en compañeros longevos. Su flotabilidad variable añade un encanto especial y natural.
Observando de cerca, notarás que su superficie es ligeramente aterciopelada y cubierta de finos filamentos. Este manto es el que le confiere esa apariencia tan característica y le ayuda a captar la luz para la fotosíntesis.
La forma esférica cumple una función práctica: al girar lentamente en el fondo del lago, todas sus caras reciben la luz de manera equitativa, evitando que se decolore por exposición prolongada.
Además, su estructura porosa retiene pequeñas cantidades de oxígeno generado durante la fotosíntesis, lo que hace que flote de vez en cuando.
Sin embargo, es completamente normal que permanezca en el fondo y no muestre burbujas, especialmente durante las mañanas o las épocas de frío.
Esa aparente “tranquilidad” forma parte de su naturaleza pausada.
Preparando el entorno perfecto

El Marimo necesita un espacio simple, limpio y tranquilo. Usa un recipiente de cristal, agua mineral natural o del grifo reposada por 12 horas para eliminar el cloro, y cámbiala cada dos semanas. Mantén el agua entre 15 y 25 ºC dentro de las posibilidades.
Si tienes peces pequeños y quieres mantenerlos junto al Marimo, verifica que el tanque esté bien filtrado y que no haya peces demasiado grandes que puedan desgastar el tejido del alga.
El Marimo actúa incluso como filtrante natural, absorbiendo nitratos y mejorando la calidad del agua; sin embargo, si la densidad de peces es alta, cambia el agua con mayor frecuencia para prevenir acumulaciones de desechos.
Ubicación e iluminación
Coloca tu Marimo en un lugar con luz indirecta y sin exposición solar directa. Rótalo periódicamente para estimular su crecimiento uniforme.
La luz indirecta es clave: un rincón luminoso cerca de una ventana es ideal, aunque puede vivir y desarrollarse perfectamente el lugares con poca iluminación.
Si lo expones directamente al sol de mediodía, especialmente durante el verano, las altas temperaturas pueden dañar las células del Marimo.
Si notas que pierde intensidad de color, trasládalo a un punto con iluminación más suave.
Durante el invierno, asegúrate de que no esté debajo de un radiador ni cerca de corrientes de aire frío que puedan reducir la temperatura del agua por debajo de los 15 ºC.
¿Frasco cerrado o abierto?
Ambas opciones son válidas. Mantener el frasco cerrado ayuda a preservar el agua limpia; al cambiarla regularmente no hay problema en tenerlo abierto.
Un frasco cerrado actúa como un pequeño ecosistema: retiene la humedad y evita que el polvo o insectos caigan en el agua.
Sin embargo, si prefieres un frasco abierto, bastará con que cambies el agua cada 14 días para evitar acumulaciones de sedimentos. Lo importante es mantener el agua fresca y libre de contaminantes.
En un frasco abierto, vigila que los niveles de agua no bajen demasiado por evaporación y rellénalo con agua a temperatura ambiente. Ambas opciones permiten que el Marimo obtenga suficiente oxígeno siempre que el agua se renueve periódicamente.
Cuidados en verano con altas temperaturas
- Coloca el recipiente en un lugar fresco.
- Evita el sol directo.
- Si quieres, puedes ponerle ocasionalmente un cubito de hielo.
- Cambia el agua con mayor frecuencia (una vez por semana).
- Observa tu Marimo y en caso de perder su color verde, puedes colocarlo durante 24 horas en la nevera (aunque no debería afectarle el calor si cambias el agua semanalmente).
Si notas que empieza a perder intensidad de color, déjalo en agua fresca dentro de la nevera durante un día.
Esta técnica refresca el agua y permite que recupere su vigor. Es normal que pierda un poco de color tras varios días de calor extremo; un reposo breve en agua a 5–10 ºC le devolverá su tonalidad verde. Luego, vuelve a colocarlo en su ubicación habitual.
Limpieza segura

Para limpiar tu Marimo:
- Sácalo suavemente del agua.
- Enjuágalo con agua limpia y fresca.
- Muévelo suavemente en forma circular entre tus manos.
- No uses jabón ni productos químicos.
Este cuidado regular ayuda a mantener su forma y salud a largo plazo. La limpieza del Marimo consiste principalmente en retirar el exceso de sedimentos que se depositan en su superficie. Tras el enjuague, vuelve a colocarlo en su recipiente con agua fresca.
¿Por qué mi Marimo no flota ni se mueve?

Los Marimo flotan cuando hacen fotosíntesis y producen oxígeno. Pero hay otras variables como la densidad del Marimo (la cantidad de agua que tiene en su interior), la época del año y la temperatura.
En cualquier caso el Marimo se encuentra perfectamente aunque no flote y no genere burbujas. Su quietud también es parte de su naturaleza.
Es normal que, en invierno o cuando la luz es más débil, tu Marimo se quede en el fondo sin burbujear. La producción de oxígeno se reduce y, por tanto, no hay suficiente flotabilidad para subir a la superficie.
Cuando los niveles de luz aumentan, verás cómo vuelve a desprender pequeñas burbujas. Restablece un color más intenso y, a veces, se eleva ante una racha de sol suave.
Trasladar la planta a un lugar ligeramente más luminoso o cambiar el agua puede reiniciar ese proceso.
Si, aun así, permanece en el fondo durante semanas, no te alarmes: algunos ejemplares mantienen ese hábito sin problema.
TRUCO: Si quieres verlo flotar y llenarse de burbujas puedes añadir al recipiente 1/3 de agua con gas y verás como se llena de burbujas y se eleva (esto es puramente estético y opcional, por si quieres mimar un poco a tu Marimo).
Salud y crecimiento
Un entorno limpio, luz suave y agua fresca mantienen al Marimo saludable. Su crecimiento lento es reflejo de su serenidad y equilibrio.
Para fomentar un crecimiento óptimo, rota tu Marimo suavemente cada dos semanas. Esto le permite exponer todas sus caras a la luz y evitar zonas planas.
Notarás que, con el tiempo, su forma será más esférica y uniforme. Si lo olvidas, puede aparecer una cara más plana debido a la presión del recipiente o a la dirección de la luz constante.
En condiciones ideales, tu Marimo puede vivir décadas, convirtiéndose en un testimonio viviente de paciencia y armonía natural. Si ves que crece apenas unos milímetros al año, es normal: esa lentitud es parte de su encanto y no indica ningún problema de salud.
Mantén siempre sus condiciones estables y con un par de visitas mensuales para limpieza y cambio de agua, tendrás un acompañante vegetal por toda la vida.
Problemas comunes y soluciones
Si pierde color o forma, revisa su ubicación, calidad del agua y temperatura. Gíralo suavemente y cámbiale el agua con más frecuencia si es necesario.
Otra situación frecuente es la aparición de algas filamentosas adheridas al Marimo. Estas algas competidoras pueden surgir cuando el agua se expone a luz directa sin cambios regulares.
Para resolverlo, separa esas algas manualmente con suavidad y enjuaga el Marimo con agua limpia. Luego, ubica el recipiente en un área con luz más suave y establece un ciclo de cambio de agua semanal.
A veces, un Marimo puede desarrollar manchas marrones o grises. Esto suele deberse a acumulación de materia orgánica o a la escasez de nutrientes.
Si sucede, realiza una limpieza profunda: retira el musgo, enjuágalo y mantenlo fuera de la luz directa unas horas. Vuelve a colocarlo en agua limpia y observa cómo recupera su color en cuestión de días.
Marimo como regalo y mindfulness
Regalar un Marimo es un gesto de amor duradero, calma y conexión con la naturaleza. Es ideal para regalar a alguien especial o como símbolo de bienestar personal.
Un Marimo no solo aporta un punto de verde a la decoración, sino que también invita a la reflexión diaria. Al observarlo, puedes detenerte un momento para relajarte, respirar profundo y reconectar con la idea de vivir el presente.
Muchas personas lo colocan en escritorios, estanterías de meditación o cerca de la cama para inducir una sensación de paz cada vez que lo miran.
En la cultura del bienestar, el Marimo funciona como un recordatorio de la importancia de la constancia y la paciencia. Ver su lento crecimiento puede inspirarte a adoptar una mentalidad más sosegada y apreciar los pequeños avances en tu vida diaria.
Por eso, regalar un Marimo es más que obsequiar una planta: es compartir un símbolo de equilibrio y serenidad.
Consejo final de Slow Botanics
Cada Marimo tiene su propio ritmo. Si aprendes a observarlo, verás cómo responde a la luz, al agua y a tu entorno. En un mundo acelerado, cuidar de un Marimo es un acto de pausa consciente, una forma de cultivar la paciencia y reconectar con lo esencial.
Preguntas frecuentes sobre los Marimo
- ¿Cuánto vive un Marimo?
- Más de 200 años si se cuida adecuadamente. Algunos ejemplares en la naturaleza superan los dos siglos, convirtiéndose en auténticas reliquias vivientes.
- ¿Dónde se colocan?
- En frascos de cristal con agua limpia, en lugares con luz indirecta.
- ¿Con qué frecuencia se cambia el agua?
- Cada 10–15 días; semanalmente en verano. En climas muy cálidos, aumenta la frecuencia para evitar el crecimiento excesivo de algas competidoras.
- ¿Puedo ponerlo con peces?
- Sí, pero evita peces grandes o agresivos. Los peces pequeños como bettas o guppys suelen convivir bien con Marimo. Asegúrate de que el tanque esté limpio y bien filtrado.
- ¿Qué significa si flota?
- Produce oxígeno y flota por la fotosíntesis. Es normal. Si flota por largos períodos, simplemente retíralo con cuidado y gíralo para que vuelva a hundirse y reciba luz por igual.
- ¿Se puede dividir?
- Sí. Puedes separarlo con cuidado y formar dos nuevas esferas. Utiliza tijeras limpias y haz un corte que separe el Marimo en dos mitades lo más simétricas posible. Con el tiempo, ambas partes recuperarán su forma perfecta.
- ¿Puedo usar agua del grifo?
- Sí, pero debe reposar al menos 12 h o estar filtrada. Esto elimina el cloro y minerales que podrían dañar al alga. También puedes usar agua de lluvia cosechada, siempre que esté libre de contaminantes.
- ¿Es seguro para niños o mascotas?
- Sí, pero se recomienda vigilancia. Asegúrate de que no rompan el recipiente de cristal y, si tienes mascotas curiosas, colócalo en un sitio elevado para evitar accidentes.
- ¿Cuál es la mejor época para comprar uno?
- Todo el año, no importa el momento para poder disfrutar de su compañía.
- ¿El Marimo purifica el agua?
- Sí, absorbe nitratos y mejora el entorno acuático. Actúa como un filtro natural, reduciendo la carga de compuestos orgánicos y promoviendo un ecosistema más saludable en tu acuario o recipiente.
- ¿Cómo sé si mi Marimo está sano?
- Debe tener un color verde intenso, tacto suave y forma redondeada. Si está marrón o se deshace, necesita limpieza o reposo en agua fresca.
- ¿Cuánto tarda en crecer?
- Apenas unos milímetros por año. Su lentitud no es un defecto, es parte de su encanto. Si no ves cambios visibles en meses, es completamente normal.
- ¿Qué pasa si lo dejo sin cambiar el agua?
- El agua se enturbia y favorece el crecimiento de bacterias o algas competidoras. El Marimo puede estresarse y perder color. Cambiar el agua es el cuidado más sencillo pero vital.
- ¿Es normal que el Marimo tenga manchas marrones?
- Sí, especialmente si ha estado en agua estancada o con poca luz. Puedes enjuagarlo con agua limpia, dejarlo 24 h en agua fresca en la nevera y volverá a recuperar su color verde vibrante.
- ¿Cuánta luz necesita un Marimo al día?
- Luz indirecta durante unas 6–8 horas es ideal. Evita siempre la exposición solar directa, ya que puede sobrecalentar el agua y dañarlo.
- ¿Qué tipo de agua es mejor usar?
- Agua mineral, filtrada o del grifo reposada durante al menos 12 horas. Elimina el cloro y mantiene al Marimo saludable durante más tiempo.
- ¿Es mejor tener uno solo o varios Marimo juntos?
- Ambas opciones son válidas. Si pones varios, asegúrate de que todos reciban luz indirecta.
- ¿Se puede colocar en una pecera con otros elementos?
- Sí, puedes combinarlo con grava, conchas, minerales o pequeños adornos naturales. Evita los elementos metálicos o decoraciones que puedan alterar el pH del agua.
- ¿Cada cuánto debo rotarlo manualmente?
- Una vez cada 10-15 días es suficiente para mantener su forma esférica y exponer todas las caras a la luz de forma equilibrada.
- ¿Cómo evitar que se deforme?
- Rótalo periódicamente, evita dejarlo demasiado tiempo apoyado en un mismo lado y cámbiale el agua para mantener su flotabilidad natural.
- ¿Por qué regalar un Marimo?
- Sí, es un regalo simbólico muy especial. Representa la calma, la paciencia y el amor duradero, por lo que es ideal para parejas, amigos o como detalle de bienestar.
- ¿Hay que podarlo o recortarlo?
- No. El Marimo no necesita poda. Crece lentamente de forma esférica y solo se divide si tú lo deseas, mediante un corte manual y cuidado.
- ¿Qué hago si pierde su forma redonda?
- Puedes moldearlo suavemente entre tus manos tras una limpieza. La rotación regular y un entorno estable ayudan a que recupere su forma con el tiempo.

El baile del Marimo
Al recibir la luz, despliega ante tus ojos un sinfín de diminutas burbujas plateadas, producto de la fotosíntesis.
Cuando estas burbujas se acumulan lo suficiente como para contrarrestar su peso, el Marimo se eleva desde el fondo del frasco, flotando en la superficie del agua.
La fotosíntesis, impulsada por la clorofila, transforma el dióxido de carbono en energía y libera oxígeno, revelando la auténtica magia de la naturaleza.
Condiciones ideales para tu Marimo
-
Calidad del Agua
Utiliza agua declorada o embotellada para proporcionar las mejores condiciones de vida a tu Marimo.
Renueva el agua cada 2 semanas para mantenerla fresca y oxigenada.
-
Iluminación
El Marimo ama la luz suave e indirecta. Evita la exposición directa al sol por tiempos prolongados para prevenir quemaduras y mantener su saludable color verde.
Gíralo regularmente para conservar su característica forma redondeada.
-
Limpieza suave
Con cada cambio de agua, toma el Marimo delicadamente en tus manos y enjuágalo con suavidad bajo agua fría, exprimiéndolo ligeramente para eliminar impurezas y asegurar su frescura.
-
Manteniendo su forma
Si tu Marimo pierde ligeramente su redondez, tómalo entre tus manos y ruédalo suavemente hasta recuperar su forma perfecta.